"Con la explosión de la telefonía móvil y el auge de las tecnologías inalámbricas, nuestro entorno se ha transformado en un vasto entramado de señales que nos conecta a diversos servicios de comunicación, desde la telefonía móvil hasta el Wi-Fi. Pero este crecimiento exponencial plantea una pregunta crítica: ¿La exposición constante a estas señales supone un riesgo para nuestra salud?
Este es un tema que ha generado debate en la comunidad científica y entre los usuarios de tecnología, y aquí lo analizamos."
A partir de 1940, cuando se inició el desarrollo de las primeras comunicaciones inalámbricas precursoras de las tecnologías que hoy conocemos como Wifi y Telefonía móvil (5G, 4G y previas iteraciones), nos vemos expuestos a Radiación de Radio Frecuencias (RRF o RFR en inglés), esta radiación, es parte del espectro de los campos electromagnéticos que son generados por las antenas de comunicación que tenemos a nuestro alrededor, donde también se incluyen las ondas de radio, que son el medio por el que se transmite la información de manera inalámbrica.
Nuestro Smartphone, el Punto de Acceso Wifi en casa o el trabajo, incluso los viejos teléfonos fijos inalámbricos, las antenas de todos estos dispositivos generan este espectro electromagnético; en mayor intensidad, las antenas de radio bases de telefonía móvil, que con el inicio del despliegue de SmallCell de 5G, la cantidad de radiación (RRF) a la que estamos constantemente expuestos sin duda alguna crecerá aún más.
Si bien esta radiación, es considerada segura y el promedio de niveles exposición diario registrado se considera bajo, no podemos negar que desde hace más de medio siglo, nuestra exposición es constante y se incrementa día a día; es por eso que organizaciones del salud como la OMS (Organización Mundial de la Salud), IARC (Agencia Internacional de Investigación del Cáncer sigla en inglés), y Agencias Nacionales de Salud de países como Estados Unidos y el Reino Unido han realizado estudios sobre los efectos de la exposición a este tipo de radiaciones.
Si bien la IARC en 2011 catalogó a este tipo de Radiación generada principalmente por telefonía móvil, dentro el Grupo 2B de Carcinógenos Humanos (posiblemente carcinógeno), no existen pruebas fehacientes de que esta radiación tenga efectos nocivos en base a la dosis de exposición promedio actual. La OMS también indica que el único efecto provocado por las Radio Frecuencias usada en Telefonía Móvil y Wifi; identificado con revisiones científicas, es la elevación de la temperatura del cuerpo (una elevación menor a 1 °C ) por exposición a campos de alta intensidad que solo se encuentran en algunas instalaciones industriales.
El sentido común nos dice, que todo en exceso es malo; por lo que “desconectar” de vez en cuando, es una buena opción para reducir la exposición a RRF; apagar el celular o dejarlo en un lugar relativamente alejado por la noche, apagar los aparatos emisores como Puntos de Acceso, ocasionalmente salir de la ciudad a lugares que no tengan señal Celular; estas acciones no solo ayudaran a reducir nuestra exposición, si no también, nos brindan el plus de poder evitar el estrés y no estar conectados 24x7.
Xperto:
Miguel Mejía Zeballos
Es Ingeniero Post Venta de Siscotec, con más de 10 años de experiencia en despliegue, administración y soporte técnico en redes (Wired y Wireless) para clientes Enterprise y Service Providers.
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